Es Otoño y en breve comenzará la caída de las hojas de los árboles (hecho que explica porque los antiguos asociaban Octubre con el
Halloween: ¡Hay cada bruja barriendo la calle que da miedo, mano!)
La Naturaleza entera se prepara para otra de sus crisis estacionales y nos susurra que el secreto de la eterna juventud no es “renovarse o morir”, sino morir para renovarse.
Nomás que a los seres humanos –ya nos dijo Nietzsche– no nos gusta renovarnos.
Nos instalamos en una zona de confort y si algo amenaza nuestra cómoda rutina, si nuestros niveles de satisfacción bajan o si “ya no nos hayamos”, creemos que estamos enfermos y corremos al psicólogo o al botiquín para que nos “cure”.
Se nos olvida que -como parte de la Naturaleza- los seres humanos necesitamos periodos “otoñales” en la vida: momentos en los que -personal, profesional y humanamente- es hora de cosechar lo que plantamos, desbrozar nuestro entorno y dejar descansar el alma para que vuelva a dar frutos.
Necesitamos aprender de nueva cuenta a honrar nuestros otoños, a dejar caer las hojas muertas de nuestras ramas y permitir que el viento se lleve nuestros sueños.
Es doloroso, pero tan inevitable como necesario: quien pierde su follaje tendrá nuevos brotes en primavera, quien deja caer sus hojas produce el riquísimo humus (curiosa palabra que forma la raíz tanto de “humanidad” como de “humildad”) que nutre las raíces y da fortaleza al tronco de la existencia, quien deja ir sus sueños crea espacio para otros nuevos…
Para que las lecciones del Otoño no nos pasen de largo, les preparé este video basado en el excelente libro de William T. Bridges titulado “Transitions: Making Sense of Life’s Changes”. Espero lo disfruten (y si no, pos ni modo!!)
muchas gracias por el regalo, querida maextra
Me gustaMe gusta
De nada, querida alumna. A vr cuando la vemos en conocida dirección!
Me gustaMe gusta
Querida Claudia gracias por el video.
“No es el tiempo que pasa y siento/ Sino mi paso en el tiempo y/ Él ni me siente a mi/ No se si he llegado a mi meta/ Sólo se que no ha llegado mi fin/ Mi meta es cuestión de tiempo y/El tiempo dará mi fin/ Que sólo se siente el tiempo/Nadie se queda con él y/Este tiempo de mi tiempo/Que sólo paso por él”
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Me encantó el verso, gracias por compartirlo!!
Me gustaMe gusta
Muchísimas Gracias Claudita. Te quedó muy bonito el video y las reflexiones que nos planteas son sumamente interesantes. Espero ir aplicando al menos un poco de tu hermosa filosofía de vida que me encanta. Eso me hace ser muy feliz, pues el ir tratando de diseñarte con los elementos que te tocaron en este espacio de la vida, con la gente maravillosa que te tocó coincidir en ciertas etapas de la vida, eso me está gustando mucho vivirlo. Gracias Claudia, como siempre, por compartir tanto con nosotros!!!
Me gustaMe gusta
Tocaya,
Sin duda es padre compartir las joyitas que uno va encontrando por el camino y que igual les pueden servir a los demás en sus propios cuestionamientos existenciales… Abraxo!
Me gustaMe gusta
Claudia, además de sabia eres bruja ( y no lo digo porque salgas a barrer tu calle como tal ) sino porque sentí que el video estaba dirigido a mi. No sabes en que buen momento me llegó. besos
Me gustaMe gusta
Yo pensé que me había ventaneado el fin, ja, ja! Es que como que en estas fechas a la vida le da por ponernos cuatros y hacernos repensarlo todo… Pero qué aburrida sería la vida sin no fuera así! Go into your cocoon and become a beautiful butterfly we will all enjoy next spring!!!
Me gustaMe gusta
¡Fantásticos artículo y video, Claudia!! Veo que el arte es también lo tuyo. Me has hecho ponerme más atento al paso del Otoño. Habrá que vivirlo heideggarianamente, como nos has enseñado. Es más, ya me empecé a sentir “otoñabundo” (influido también -faltaba más-, por mi inevitable otoñal edad). Y como sin música el mundo sería un error (Nietzsche dixit), también me has hecho recordar al inmortal Vivaldi:
¡Viva Vivaldi! ¡Viva la música!, y ¡Viva el Otoño! (ya verás que me quedé picado con el grito de Dolores -de panza, por tomar tanto tequila).
Recibe por favor las gracias y mis afectuosos saludos de siempre.
Me gustaMe gusta
Ahh el Otoño y con Karajan, nada menos!!! Pero nada de Otoñabundo, mi estimado David, puro Veranillo Indio como el que vive la ciudad… Abraxo!
Me gustaMe gusta