El pasado Viernes fue un día triste para el fútbol mundial. Los aficionados al juego del Futbol Club Barcelona vimos a su DT Josep Guardiola decir adiós al banquillo.
Mucho se había hablado de la negativa de Guardiola de llegar a un acuerdo para seguir al frente del Barsa y, al final, creyendo que se trataba de un asunto económico el Presidente del club Sandro Rossell le ofreció al “Pep” un cheque en blanco (que en realidad eran tres): podía cobrar lo que quisiera, tomar las decisiones que le diera la gana y contratar a los jugadores que se le antojara.
Y sin embargo Guardiola no aceptó.
“No podría ya ser el entrenador que el Barsa merece. (Alargar mi contrato) hubiese sido dañino para los jugadores y para mí. Habría sido engañarme a mí mismo. El que venga dará cosas que yo ya no puedo ofrecer. No es cuestión de capacidad, sino de energías. Me he vaciado y necesito volver a llenarme”, dijo.
Al final un motivo muy humano, muy valiente y muy digno como lo ha sido siempre el propio Guardiola. Pero sobre todo, un motivo que habla de la altísima filosofía de vida y ética profesional del “Pep” que, en su trayectoria con el Barsa, más de una vez dijo “no hay nada más peligroso que no arriesgarse”.
Y, pregunto, ¿cuantos profesionales no conocemos que sin pasión, ni idea, ni ganas siguen haciendo lo mismo de siempre, año tras año, -aunque ya no sea ni exitoso ni disfrutable- simplemente porque ya “encontraron su formulita del éxito” y se aferran a ella hasta la muerte aún cuando, por mucho, ya no tengan nada que ofrecer?
¿Cuantos de nosotros estaríamos dispuestos, ya no a dejar ir un un cheque en blanco y condiciones inigualables, sino simplemente hacernos a un lado por sentir que ya no somos la persona idónea, la que puede aportar algo a la causa común? ¿Cuántos preferimos vivir “sin arriesgarnos”?
Claro que se puede decir que Guardiola está en una situación privilegiada, que tiene lana de sobra, que le van a llover ofertas de trabajo, que tuvo un equipo de cracks… Todo eso es cierto.
Pero eso no le quita lo ejemplar a su actitud por dos motivos: primero porque esa situación privilegiada no se la regaló nadie; se la ganó a pulso con su ética de trabajo, haciendo cada día un esfuerzo por lograr la excelencia. Y, segundo porque a pesar de que su futuro está resuelto (lo pretenden el Chelsea, el Manchester United, la Selección de Inglaterra, etc), es siempre más fácil continuar en una misma institución, en una misma chamba, en una situación conocida que arriesgarse a cambiar y empezar una aventura nueva.
Y sin embargo, dice ese maestro existencia que fue Nietzsche, que en la voluntad de dejar nuestra zona de confort y arriesgarnos a descubrir nuevos horizontes, los humanos tenemos más posibilidades de encontrar la felicidad y la creatividad que haciendo lo mismo de siempre: “El secreto para conseguir la mayor cosecha y el mayor disfrute de la existencia es: ¡Vive Peligrosamente!”.
O dicho de otro modo: no hay camino más directo a la mediocridad y frustración existencial que aferrarnos a una situación conocida en la que ya dimos todo lo que podíamos dar.
Quizá no hay que ir tan lejos como arriesgar el bienestar y patrimonio en una decisión “a la Pep”, pero cada uno , en alguna área de nuestra vida, puede hacer lo que Guardiola.
Asi que no te aferres al éxito del pasado. Deja tu zona de confort. Propónte nuevos retos. Acepta el desafío de aprender cosas nuevas. Inicia una nueva etapa. Emprende una aventura incierta.
No te duermas en tus laureles,porque es el riesgo de fallar, de “ya no ser lo que fuiste”, de internarte en terra incógnita lo que te hará crecer y ensanchará tu mundo hacia nuevos e insospechados límites.
Por 4 años de fantasía: Moltes Grácies, Pep. Fins aviat y cuida’t molt!
Excelente comentario y ejemplo actual de lo que tanto nos invitas a practicar: vivir con pasión, tomarse al menos un riesgo en la vida. Sin duda… Gracias Pep y gracias Claudia.
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O sea que ya se nota que estoy machacando el Carpe Diem?, ja, ja!! Un abraxo mi Carmen!
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Wow es increíble la formal en que ligas el fut bol con la filosofía y además nos das moraleja, que cierto es que cuando nos acomodamos en nuestra zona de confort poco a poco nos vaciamos, y después ya no sabemos cómo llenarnos…ayuda leer el zoo de Yahvé.
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Hola, Lorena! Es que a mi, como a Camus, “todo lo que se de filosofia me lo enseño el fut”, ja, ja! Me da gusto que encuentres en el Zoo material para reflexionar! Abraxo!
Claudia
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